Historia de Antigua Guatemala
La Muy Noble Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, la Antigua Guatemala.
Situado en los parajes de Panchoy (en la laguna) y Pancán (en lo amarillo), en el Valle de Patzuyá (flores amarillas junto al agua);
fue fundada el 25 de julio de 1524 por Pedro de Alvarado y Contreras con el nombre de Santiago de Guatemala, originalmente
en un paraje cercano al centro ceremonial Kaqchikel de Iximché.
Luego de la rebelión indígena de 1524, por espacio de tres años, el asentamiento hispano, fue errante por el altiplano guatemalteco, hasta que el 22 de noviembre de 1527 Jorge de Alvarado la asentó, en el valle de Bulbuxyá o Almolonga, a la sombra del volcán Junahpú. Permaneció en este sitio por casi catorce años, sin embargo, la noche del 11 de septiembre de 1541, luego de varios días
de lluvias torrenciales, un inesperado alud de agua y lodo, descendió por las laderas del volcán, soterrando a la Capital del Reino
y destruyendo casas y haciendas, librando una gran mortandad entre la población, el volcán Junahpú fue llamado, desde aquella
fecha El Volcán de Agua, por atribuírsele la causa de la inundación.
Luego de muchas deliberaciones entre los vecinos y las autoridades que sobrevivieron al evento, se determinó trasladar la ciudad
a las cercanías parajes de Panchoy y Pancán, acatando los pareceres del ingeniero militar Juan Bautista Antonelli, que habiendo inspeccionado todos los sitios propuestos determinó que el más adecuado era aquel. El trazo urbano se inició en 1572, siguiendo
la forma de damero, orientando las calles de norte a sur y de oriente a poniente, el traslado de las autoridades civiles se efectuó
el 10 de marzo de 1543 con la celebración del primer Cabildo, mientras que las autoridades eclesiásticas hicieron lo propio en el
mes de junio por la festividad del Corpus Christi.
Fue la capital del Reino de Guatemala, el reino confirmaba por el Poniente con la Provincia de Oaxaca de la Nueva España, por
el Norte con la de Yucatán, y por el Norte y Oriente con el Mar Caribe, su longitud era de más de 300 leguas de Sur-oriente a
Nor-poniente, iba donde los confines de Tehuantepec, hasta los de Costa Rica, contenía 13 Provincias en que se dividía el distrito
de su Gobernación, llamadas: Guatemala, soconusco, Chiapa, Suchitepéquez, Vera Paz, Honduras, Izolcos, San Salvador,
San Miguel, Nicaragua, Jerez de la Choluteca, Tegucigalpa, y Costa Rica.
A mediados del siglo XVII, sobrevino un gran sismo que derribó muchos edificios, coincidiendo con la llegada de Pedro de
San José Betancur el 18 de febrero de 1651, momento que marcó la historia de la Ciudad. Por espacio de once años, aquel
peregrino procedente de las Islas Canarias, suscitaría cambios en la vida de los vecinos e instituiría el primer hospital para convalecientes en el Nuevo Mundo, la primera escuela para niños y niñas pobres, y fundaría la Orden Hospitalaria de los Hermanos
de Belén, primera de su género en el Nuevo Mundo.
En el momento de mayor apogeo, durante el siglo XVIII, fueron erigidos en la ciudad un sin número de ricos edificios civiles y esplendidos conventos, cinco monasterios, tres beaterios, diecisiete templos menores, dieciocho ermitas, tres oratorios y,
once capillas; además del Real Palacio, el Palacio Noble Ayuntamiento, el Palacio Episcopal, La Real Casa de Monedas, la Real y
Pontificia Universidad de San Carlos Borromeo, el Colegio Seminario de Nuestra Señora de la Asunción, seis Colegios Mayores,
tres imprentas, una academia de artes, cinco hospitales, dos leprosarios o lazaretos, y dos cárceles.
A raíz de los sismos del año de 1773, que dañaron considerablemente la ciudad, la capital del reino fue traslada en 1776 al valle
de La Ermita, lo que motivó que la arruinada ciudad de Santiago de Guatemala fuera declarada “suelo proscrito” y donde se
ordenaba su final como capital del reino y su segura extinción. Esto no sucedió debido a la resistencia y tenacidad de los vecinos,
al obtener el 7 de abril de 1799, que el Presidente de la Real Audiencia emitiera un auto ordenando restablecer el Ayuntamiento
para la arruinada ciudad, la cual fue llamada oficialmente, desde esa fecha: La Antigua Guatemala, para diferenciarla de la nueva
capital del reino, llamada a su vez, La Nueva Guatemala de la Asunción. La Antigua Guatemala es una de las ciudades coloniales
más bellas de América. “la ciudad de las perpetuas rosas” bautizada así por la variedad de rosas y flores que florecen durante
todo el año. Esta ciudad, de gente que con orgullo dicen ser “panzas verdes”, sobrenombre el cual vino debido a la escasez de alimentos después del terremoto de 1773 y cuando los que no abandonaron la ciudad, se alimentaron básicamente con legumbres.
Ciudad idónea para refugiar el alma, su ambiente mágico-bohemio seduce al que la visita por primera vez y a los afortunados
vecinos que vivimos en ella, donde siempre no nos deja de sorprender y asombrar.
La Antigua es como una maravilla atrapada en el tiempo, es como un hechizo del cual uno no se quiere desembrujar, es
embriagante como un dulce sueño del que no quiere despertar, es como una jaula de lo que uno nunca quisiera escapar. Es tan
bella como una doncella, es como el primer beso de los amantes, que sin dárselo el uno al otro…. no se puede experimentar. Es
en otras palabras la Ciudad Ideal, la Nueva Jerusalén de los profetas, es la mítica ciudad colonial de Santiago de los Caballeros
de Guatemala.
Compendio de:
Berdúo Samayoa, Carlos Enrique (2007) Ciudades Coloniales, de istmo a istmo.
López Bruni Editores. Mágnum Offset Printing, Hong Kong.
Fotografias publicadas en Fotos antiguas de Antigua Guatemala en Facebook (FaAG)